El proceso creativo en la fotografía

El proceso creativo en la fotografía

Proyecto: "Ataduras" (2017)

¿Por dónde empezar?

Si bien es cierto, cada fotógrafo desarrolla su propio proceso creativo a través de los años, de acuerdo a sus necesidades y su propio estilo, hay una serie de parámetros que pueden ayudar en la elaboración de este. 

El proceso creativo es un mecanismo que funciona de manera automática, la razón por la cuál se decidió encuadrar la escena de cierta manera, el por qué usar colores específicos en la imagen mediante la utilería o el vestuario, inclusive la edición digital y otros elementos implícitos en el desarrollo de una imagen. Hay un fuerte contenido psicológico impreso en cada decisión tomada por el fotógrafo, a menudo de manera inconsciente. 

El primer paso es encausar todas estas decisiones, para esto es completamente necesario realizar una investigación previa.

De primera mano, parece algo completamente innecesario, sentarse horas a investigar, leer libros, artículos y consumir toda clase de información antes de construir la apariencia que tendrá una fotografía. Tal como se necesita una preparación previa antes de levantar un magnífico edificio: bocetos, investigaciones sobre como la luz en el sitio va a incidir en la futura edificación, viabilidad y otros. Para que una fotografía sea sólida, es necesario trazar una proyección previa. 

Mi proceso creativo en el proyecto "Ataduras" (2017)

Este proyecto en especial, lo desarrollé a mediados de este año con motivo de la celebración del evento FOTOCREATIVA 2017, la exposición anual de fotografía y video de la Universidad Creativa a la cuál pertenecía. 

Cada año los organizadores proponen un tema en especial, el de este año fue La Mujer. Se trata justamente de crear una interpretación propia al respecto. 

En mi caso, desde el inicio tenía muy claro que quería abordar el tema desde las ataduras que aquejan a las mujeres en la actualidad. 

Si bien es cierto que hay mucho que hablar al respecto, yo decidí condensar las más importantes para mi en 3 grandes pilares: El hogar, la belleza y la vergüenza. 

El primer paso fue crear un código a partir de simbología, colores y elementos.  

En el pasado pecaba en ocasiones de sobrecargar las imágenes, en esta nueva etapa de mi trabajo por ejemplo, estoy apostando por aquel dicho que reza: Menos es más. 

Esto se sumó a los retos, con pocos elementos y un ambiente muy limpio, tenía que expresar el complejo mensaje que pretendía transmitir. 

La paleta de colores fue uno de los aspectos que establecí desde un inicio. Después de leer un par de tratados sobre el papel de la mujer en la actualidad, me llamó poderosamente la atención notar por ejemplo, el tipo de regalos que su familia le da a algunas amas de casa: Artefactos de cocina y de limpieza. Pensé inmediatamente en "La Reina de la Casa" ¿Alguna vez alguien le habrá preguntado a estas mujeres, si quizás les gustaría ser algo más que amas de casa?. Me dio la impresión de que la sociedad estigmatiza y, encima de todo, enaltece las ataduras.

Lo siguiente fue hacer una cuidadosa selección de los elementos. Deben cumplir dos características claves: Ser representativos y fácilmente identificables. En otro tipo de imágenes más cargadas, hay más oportunidad de transmitir el mensaje, en este caso decidí limpiar y dejar lo estrictamente necesario. 

Aspecto clave: Cada disparo es un autorretrato.

Creo firmemente que cada fotografía, especialmente los retratos, siempre llevan un poco de nosotros. Creo que estamos constantemente proyectándonos en todas las personas que nos rodean. Estableciendo criterios desde nuestra propia verdad, que a su vez fue construida por la crianza que tuvimos, el entorno en el que vivimos, las experiencias que hemos pasado. Creo que cada vez que dirigimos un modelo o desarrollamos el significado de nuestras fotografías, en realidad no hacemos más que proyectarnos en estas. No me resultó difícil concluir que en este proyecto también, terminé hablando mucho de mi misma. 

Quizás podemos adquirir conocimientos nuevos, aprender nuevos idiomas, estudiar otras creencias, etc. Pero el mejor proceso creativo que se pueda desarrollar jamás, comienza en un auto estudio. Preguntarnos a nosotros mismos ¿por qué tenemos cierta debilidad ante ciertos temas?. 

Al final descubrimos que hablar desde nuestro interior es la mejor manera de crear impacto visual. 

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