¿Por qué creamos terror?
Todos los artistas se recluyen dentro de sus propios nichos, dentro de aquellas zonas en las que más plenos se sienten. Es verdad que somos el resultado del medio al que fuimos expuestos desde nuestra niñez. Rompecabezas cuyas piezas han sido obtenidas por aquellas cosas de las cuales nos sustentamos a través de nuestras vidas. La influencia ejercida por los medios de comunicación, el cine, la música, la religión y todo tipo de moldeadores que experimentamos. Somos esponjas ansiosas por absorber información, coleccionar partes para completarnos a nosotros mismos. Formar nuestra identidad. Pero, a pesar de todo, quizás la gente como yo siempre estuvo predestina a amar los monstruos. Partiremos de uno de los grandes propósitos del arte: despertar emociones. La primera vez que hice fotografía temática de terror (tenía 16 años), mientras preparaba a la modelo y la escenografía en general, me alejé un momento para analizar el espacio y decidir desde que á...